Entre 4 a 6 meses.

Ojos de pequeño tamaño con una distribución irregular. Sabor ligeramente ácido combinado con aroma especiado. La superficie es color marfil amarillento. La pasta es firme y consistente y su corteza dura. El aroma del queso es intenso y bien desarrollado, fuerte y un excelente bouquet, tirando a "picantillo". el retrogusto es persistente e intenso. Olor láctico.

Tal como manda la tradición, este tipo de queso es elaborado con leche "cruda", no pasteurizada. El motivo es que conserva un sabor mas intenso y fuerte de la leche de oveja. Al mismo tiempo la pasta tiene lo que se le denomina "ojo de perdiz", es decir, pequeños agujeros repartidos por todo el queso que facilita la filtración del aceite, favoreciendo su conservación y al mismo tiempo dando el sabor característico.

Otro detalle mas a tener en cuenta es el tipo de aceite empleado... aceite de oliva virgen extra. Nuestros mejores aceites de nuestra localidad manchega. Porque en un gran queso debe emplearse un gran aceite, no podíamos estropearlo.
Toda una excelente combinación: queso artesano elaborado con las mejores leches de oveja de nuestra región y el mejor aceite de la zona. Un sabor que los mejores degustadores aprecian y saben reconocer.

Se presenta cortado y envasado en 8 porciones individuales. Guárdelo en su frigorífico envasado y consuma el queso siempre prácticamente como el primer día. No se reseca, no se agrieta... el envasado al vacío lo conserva en una atmósfera sin aire y permite disfrutar del queso durante meses en perfecto estado de conservación. Ya no tendrá que tirar ningún trozo porque se le estropee.

Se presenta una corteza de color amarillo marfil, dura y con la figura de la pleita definida. Corteza no comestible.

Es conveniente conservarlo en el frigirífico, a una temperatura de 4º a 8ºC. Una vez comenzado el queso conviene  proteger el corte con papel de aluminio, procurando dejar gran parte de la corteza libre para que transpire. Al ser un queso madurado en aceite la forma ideal de conservación es inmerso en aceite de oliva virgen para evitar que se reseque. La ventaja de su conserva en aceite está en que se mantiene durante varios meses en perfecto estado, siendo cada vez mayor su curación y su sabor.

En caso de aparición de moho en alguna de sus partes (corteza o en el corte) cortar una ligera capa donde esté el moho y consumir el resto tranquilamente. La aparición de moho es algo natural del queso debido a su proceso de maduración y no es síntoma de estropearse sino todo lo contrario.